En 1895 Gillermo Marconi consiguió intercambiar ondas electromagnéticas logrando una perfecta concordancia.
En su comienzo los avances patentados por Marconi fueron aprovechados por la marina de guerra inglesa, al unir por medio de la telegrafía sin hilos una gran flota esparcida por el planeta; la radio-fusión se popularizó luego de la tragedia del transatlántico Titanic en 1912.
En 1936 la general Electric, la RCA, y la ferguson habían logrado distribuir 22.9 millones de radiorreceptores entre las familias norteamericanas.
En nuestro País se inauguró la estación de telegrafía inalambrica Morato, en Engativá (1923), bajo la presidencia de Pedro Nel Ospina. En 1929, se creó la radiodifusora Nacional NJN del Ministerio de Correo y telégrafos.
En 1958 los colombianos pudieron escuchar la primera transmisión del reinado de Miss Universo, En el cual ganó la manizalita Luz Marina Zuluaga.
Hacia 1970 la radio informática y periodística fue desplazando el privilegio de la radio educativa y las grandes cadenas radiales del país se empezaron a consolidarse lanzando su señal via satélite para ampliar sus fronteras y fortalecerse.
A pesar de los progresos de las telecomunicaciones, los fundamentos de la radio siguen siendo los mismo: los sonidos viajan por el aire en forma de ondas invisibles.
Cada emisora tiene un estudio donde está el operador, el micrófono y los locutores; cuando estos leen las noticias o el operador coloca un casete o un disco compacto de música, los micrófonos recogen los sonidos de las palabras o de la música y en seguida esos sonidos se convierten en cargas eléctricas.
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