miércoles, 1 de septiembre de 2010

mi escuela

En mi escuela yo me divertía como nuca me he divertido ni me divertiré, esa época de inocencia donde se pintaba la vida de un color alegre, esa escuela donde aprendí a leer, sumar, multiplicar y dividir. Pero lo más importante aprendí a ser niño.

Recuerdo los descansos las cañas que comía en ellos, las clases de física donde solo dejábamos fluir el niño que llevamos dentro, subíamos a los arboles, nos caíamos sin sentir dolor; emporcábamos la ropa sin pensar quien la lavaría, aprovechábamos los días en que salíamos temprano para jugar futbol en la cacha del barrio, el día de las cometas era uno de los mejores, todos elevábamos nuestras cometas hasta agotar su pita, gastábamos un balón hasta no poder remendar mas.

Esos días en que queríamos ser niños por siempre, esos días en que los días si eran días, esos días en que no queríamos ver el fin de la jornada, como poder olvidar esos días en que la vida cumple la etapa de la felicidad





Autor: Santiago Valdés Páez


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